El
asma es una
enfermedad obstructiva, pulmonar, crónica, frecuente y potencialmente grave. Este padecimiento
causa síntomas tales como:
sibilancias, dificultad respiratoria, opresión torácica y
tos que varían a lo largo del tiempo en cuanto a su presencia, frecuencia e intensidad. La mayoría de los pacientes puede lograr un buen control del asma.
El
asma es una enfermedad variable (heterogénea)
y que se caracteriza normalmente por una
inflamación
crónica de las vías respiratorias. Los síntomas
pueden ser tanto nocturnos como diurnos. Éstos pueden desencadenarse por ejercicio,
cambio de clima o exposición a alérgenos. Mientras más
síntomas se presenten, menos control existe de la enfermedad.
Todo
paciente que presente síntomas, asociado o no a alguna de las características
mencionadas, requiere de una valoración por especialista. Dentro de las enfermedades asociadas a descontrol del asma existen:
enfermedad por reflujo gastroesofágico, rinitis, sinusitis, entre
otras.
Existen
muchas presentaciones clínicas del asma:
alérgica,
atópica, sobreposición con EPOC, etc.
El
tratamiento en asma es complejo y se da con base en la presentación clínica de
cada paciente.
De
ahí la importancia en la valoración
integral de cada caso por el especialista, un Neumólogo.
Actualmente
existen terapias innovadoras, con múltiples estudios para el control del asma.